uveitis-interna.png

Tratamiento para Uveítis

El tratamiento depende de la ubicación de la uveítis, del tipo de uveítis y del grado de inflamación. En los casos de uveítis anteriores generalmente el tratamiento es suficiente con colirios o gotas de corticoides y dilatadores de la pupila. Las uveítis intermedias y posteriores de origen no infecciosos se tratan generalmente con corticoides por vía oral o con inyecciones perioculares, las cuales se pueden repetir un número limitado de veces.

 

En los casos de uveítis no infecciosas crónicas y recurrentes se deben utilizar drogas inmunomoduladores que permiten reducir la dosis de los corticoides para evitar los efectos secundarios que los mismos provocan.

 

Concepto de autoinmunidad

El sistema inmunológico está diseñado para defender al organismo de los agentes externos como microorganismos o gérmenes. Es un sistema complejo compuesto por una variedad de células en permanente alerta para actuar ante la presencia de cualquier elemento extraño al organismo y actuar para neutralizarlo.
Cuando el sistema inmunológico pierde la capacidad de diferenciar a los organismos extraños de los propios tejidos y células de la persona a proteger actúa en forma indiferenciada y contra sí mismo generando una afectación contra el propio individuo.
Esta alteración de la memoria de las células que intervienen en las defensas del organismo se denomina autoinmunidad. No se sabe a ciencia cierta cuáles son las causas y su consecuencia es un proceso inflamatorio crónico.

 

Terapia inmunomoduladora

Es aquel tratamiento que se orienta a disminuir la autodefensa que presenta el paciente con una enfermedad autoinmune. Si bien muchos de estos medicamentos también son utilizados para otras patologías como el cáncer o los trasplantes de órganos, las dosis que se utilizan con fines de limitar la autoinmunidad son mucho más reducidas y por lo tanto no mostrarán el mismo nivel de efectos secundarios que a las dosis usadas para aquellas enfermedades.